jueves, 29 de marzo de 2007

LICENCIADO

El día de ayer, miércoles 28 de marzo de 2007 a las 18:00 me nombraron oficialmente Licenciado en Ciencias de la Comunicación. Por fin, un peso menos que representa, por lo menos a nivel simbólico, muchos otros pesos más.

Así que ahora me pueden decir Lic, por favor jajajajajajaja.

Ya sólo me falta conseguir trabajo y en esas andamos...Gracias a los que estuvieron ayer. Estaban los que son y son los que estaban. Gracias miles.

Nos vemos pronto, cuando termine el siguiente texto...

Lic. Luis Benjamín Vargas Gómez

lunes, 26 de marzo de 2007

Mi todo

Porque el todo se aplaza desde ayer para luego
porque rondo la casa y otra vez desespero
antes de que amanezca, todo menos tu cuerpo

Porque nada es mi todo si no hay nada contigo
porque el tiempo es recodo y otro modo el olvido
que no entiendo tus ojos, y tu voz adivino

¿Que me espera mañana?, si despierto encendido
con el sol en la cara y mis ganas contigo
voy a amar la ventana para ahogarme el sentido
y que venga la calma para darme el alivio

porque a veces divago en el olor de tu ropa
porque viajo despacio de tu cama a tus cosas
como buscando el paso que me vuelva a tu boca

Todo tiene de su luz, buscandote eehh
y al centro quedas tu, luna quemante

porque estas en mi frente confundiendo a las horas
porque vuelves silente de la luz a las sombra
descomponiendo todo cuando un verso te nombra

cuando un verso te nombra.

F.D.

VARGAS GÓMEZ

domingo, 25 de marzo de 2007

Del rencor y sus penumbras

Quizá no haya sentimiento más destructivo que el rencor. En estos momentos me vienen a la mente –y mi corazón se estremece al recordarlos– algunos sentimientos parecidos como el resentimiento o el odio, sin embargo no creo que estén a la altura demoledora del rencor.

El odio, por ejemplo, es más un sentimiento que se provee de una acción pasada con un otro o suceso y que, al afectar algunas fibras de nuestra existencia, nos provoca un sentimiento de repulsión al grado de no querer tener que ver más con el objeto que nos haya provocado dicho sentimiento.

El resentimiento, por otro lado, surge a partir de un sentimiento no correspondido –y vale la pena subrayar la importancia de lo que el sujeto en cuestión esperaba obtener del otro– y que deja secuelas en nuestro corazón sobre el comportamiento del otro con nosotros, provocando recelo en futuras interacciones y que radica, principalmente y como lo acabo de especificar, en nuestro corazón y nuestros propios fantasmas que se proyectan sobre deseos frustrados.

El rencor es acción pasada, sentimiento no correspondido y daño permanente. El rencor se conjuga en pretérito, futuro y pospretérito. El rencor se anida en tu corazón y controla tus acciones, instigándote a golpear donde más le duela al otro. El rencor te quita el sueño porque te pone a cavilar sobre nuevas formas de destrucción y venganza a corto, mediano y largo plazo al mismo tiempo. En verdad no creo que haya sentimiento más destructivo que el rencor.

El rencor es atravesar el camino en medio de las penumbras, en ese momento en que no está totalmente oscuro como para no ver nada pero que no hay la suficiente luz como para distinguir lo que nos rodea, tiñéndolo todo de sombras. Es pensar que esas sombras son el mismo enemigo que está al acecho y que en cualquier momento nos quiere dañar y por lo mismo ir golpeando todas las sombras.

El rencor vive y se reproduce entre penumbras, jamás a la luz directa del sol. Aquel que vive con rencor, pues, es aquel que camina solo por un valle de sombras.

Y lo que me resulta sorprendente es que en mi diario caminar me encuentro con muchas personas que caminan con rencor. Es voltear y ver figuras que se desdibujan, borrosas, grises, que se cruzan en tu camino.

Después de mucho cavilar he llegado a la conclusión que si viven con rencor es porque, irónicamente, el rencor les permite seguir viviendo así. Lamentándose. Curioso, pero después de pensarlo mucho y otro tanto más, el rencor radica en el lamento propio, en el orgullo herido y no en lo que –propiamente dicho– hizo o dejó de hacer el otro. Vivir en la penumbra del rencor es caminar herido en el orgullo propio por que el otro nos hirió y lo que más causa dolor –y el surgimiento del rencor– es el sentirnos traicionados. Es vivir en esa acción pasada recordando lo que nosotros no dejamos de hacer, saborear el sentimiento no correspondido enjuagándonos los labios y la entrepierna con lo que nosotros entregamos, sentir el daño permanente deseando que el otro sienta lo que nosotros sentimos tres veces más.

Y al final el rencor lleva, curiosamente, su nombre con nuestro apellido.

VARGAS GÓMEZ

25 MARZO 2007

martes, 20 de marzo de 2007

En donde estés...

For a minute there, I lost myself, I lost myself

Karma Police


Te extrañaré por mucho y por tanto tiempo, yayo. No sé si esto sea lo que me faltó decirte, a decir verdad trato de recordar qué me faltó y, satisfactoriamente, no encuentro nada. Te lo dije todo. Te pregunté todo. Te viví todo. Dónde estés te prometo que te alcanzaré, un día de estos, nos abrazaremos y reiremos recordando viejas historias y otras que ya no te tocó vivir conmigo al lado, viejo. Te amo, eso también lo sabías, te lo dije muchas veces, últimamente cuando dormí contigo en el hospital esas tres noches largas y tremendas. A decir verdad, sólo me faltó decirte eso y nunca te lo dije porque nunca te pude extrañar hasta este momento. Que Dios te tenga en su gloria, yayo, como todo gran hombre tuviste grandes errores pero eso no me toca a mí juzgarlos, sólo agradecerte por haber estado ahí siempre que te necesité.

Por otro lado, me siento muy triste. No es tanto por ti, es por mí. Me siento triste y le pregunto al cielo como hoy en la mañana ¿por qué? Y es que esto ha durado ya demasiado tiempo. Una racha que ha durado más de la cuenta y que ahora se viene a agravar con tu ausencia. Sin trabajo, sin dinero, sin novia y sin ti –Dios, ya párale, por favor, como le diría a cualquier amigo: hay que bajarle de huevos, ya me quedó claro lo omnipotente que eres– me siento desesperado y sigo preguntándome ¿por qué? Y ¿hasta cuándo?

Hasta cuando estos días tendrán el mismo color y olor. Hasta cuando mis ojos dejarán de sentir el escozor que los rodea. Hasta cuando mi cabeza dejará de zumbar. Hasta cuando mi alma encontrará satisfacción. Hasta cuando el dolor y opresión que llevo dentro mí, se irán para no volver jamás.

Me hubiera encantado que me entregaras la carta que me prometiste el viernes, viejo, en verdad. Me hubiera encantado que estuvieras en mi examen profesional y que fueras a mi boda. Me hubiera encantado invitarte una vez a comer…

Gracias por todo. Gracias por tus enseñanzas, por tu vida, por mi vida, por las tardes que no terminan por acabar. Gracias, yayo. Descansa que ya nos veremos algún día.

A MI YAYO
20 MARZO 2007
VARGAS GÓMEZ

NUEVO BLOG

Lo confieso: soy reacio a los cambios drásticos cuando las cosas funcionan de la manera en que han venido sucediendo y, por lo menos de manera satisfactoria, uno se encuentra cómodo. Pueden ustedes sacar las conclusiones que más les acomoden, sean de mis filias políticas, personales y lo que más se les antoje. A decir verdad no me preocupa mucho, menos en estos momentos en que tengo otras cosas de que preocuparme. Al final, cabe resaltar, todas esas conclusiones sólo podrían ser verificadas si me trataran.

Si, empezamos este nuevo blog principalmente por motivos de BLOGGER que se volvió medio mierda con su anexión a GOOGLE. Esta anexión, en vez de beneficiarme me pasó a romper la madre ya que no podía publicar en mi página. Además, nuevos vientos vienen a mi vida. Descanse en paz mi yayo que falleciera este domingo 18 de marzo. Me encuentro muy cansado y taciturno -en verdad que estoy atravesando una etapa muy difícil, sin novia, sin trabajo todavía y sin mi yayo-. Chale.

Eah pues, los dejo con algunas de estas nuevas que ni son tan buenas y tampoco quisiéramos que hubieran sucedido. Sin embargo...shit happens.

Gracias y a partir de hoy nos veremos aquí.

VARGAS